Tres cualidades de una persona sabia

Introducción

Quizás tengas un estereotipo equivocado de lo que es una persona sabia. Puede que te la puedas imaginar con unos determinados rasgos físicos, pero verdaderamente una persona sabia no está definida por su aspecto externo. En este artículo te propongo tres cualidades de una persona sabia, las cuales podrás aplicar en tu vida para ayudarte a crecer internamente y potenciando tu bienestar personal 

Una persona sabia no tiene nada que ver con una apariencia externa.

Tres cualidades de una persona sabia

Está feliz con uno mismo y por uno mismo. 

La persona sabia ya no necesita ser algo para sentirse bien. Te sientes completo y dichoso y no necesitas de ningún comentario externo para verte bien. No necesitas gustar a todo el mundo porque los demás ya no te definen. No tienes que tratar de ser algo que no eres para agradar a los demás.

Dejas de vincular tu identidad a un cuerpo, mente y emociones. No condicionas tu felicidad a lo externo y pasajero, a aquello que está destinado a cambiar o desaparecer.

Abandona el deseo tan pronto como aparece en la mente

Los deseos siguen apareciendo en la persona sabia pero no se ve afectado por ellos. Libre de apegos y aversiones y de condicionamiento humano, eres capaz de reconocer tu verdadera naturaleza de gozo y de dicha y viviendo en el presente la acción correcta surge de manera expontanea.

Una persona libre de apegos y aversiones.

Te sientes completo y dichoso, es entonces cuando te das cuenta que nada externo te da la felicidad, que la felicidad es tu naturaleza. Así puedes ver que todo lo que te presenta la vida es una ganancia, un regalo del que disfrutas sin apegos, ni aversiones. Dejas de dar por hecho y empiezas a agradecer las cosas fundamentales porque eres capaz de sentir dentro de ti la alegría de vivir.

El sabio tiene firmemente establecido en el conocimiento en un plano emocional. 

El conocimiento de su verdadera identidad lo hace suyo: “Yo soy y sé que Soy y no es algo que me dicen”. Vives desde lo que Eres no como algo pasajero y temporal sino como la consciencia eterna. En tu presencia tienen lugar las acciones, pero dejas de identificarte con ninguna de ellas. Dejas de verte como materia para ser Espíritu, así no te tomas las cosas a nivel personal y eres capaz de crear ese espacio necesario para respirar y no reaccionar ante los contratiempos que te presenta el día a día.

Puedes ver a los demás como grandes maestros que aparecen en tu vida para ver si ese conocimiento lo tienes asimilado. El sabio es capaz de utilizar su intelecto de una forma clara y objetiva. Empieza a poner tu mente a tu servicio o no estar tú a merced de tu mente.

No existe el éxito, ni el fracaso solo el aprendizaje.

Analiza cómo gestionas tus emociones, las cosas desagradables y agradables de la vida. Si eres una montaña rusa de emociones eso es lo que te diferencia de una persona sabia. 

Te invito a que te alegres, rías, llores… pero no te dejes llevar por ninguna emoción porque eres capaz de volver a tu centro una y otra vez, a vivir desde tu estado de dicha todo lo que acontece. Cuando algo te inquiete o te preocupe, puedes utilizar la frase que proviene del libro Un curso de Milagros que dice: 

“Prefiero ver paz en lugar de esto”

Conclusión

Espero te sea provechoso lo expuesto acerca de las tres cualidades de una persona sabia y que traigan paz y bienestar personal a tu día a día. Si te gustaría profundizar en la espiritualidad y el desarrollo personal no te pierdas el libro Dicha en el caos. 

Espero nos volvamos a ver pronto

Cuídate!

Deja un comentario