Una vida de Dharma y Karma

Introducción

Cada vez es más frecuente el uso de las palabras Dharma y Karma, pero qué significan realmente, cómo podemos hacer uso de estos conceptos para tener una vida de Dharma y Karma que te permitan sentirte más pleno, confiado y feliz potenciando tu bienestar personal. 

Qué es Karma

Karma significa “acción”. Desde que nacemos la acción es constante, no hay nadie que esté libre de acción pues el mero hecho de respirar para mantenernos vivos ya es una acción. El Karma yoga implica una acción desinteresada, en la que soy capaz de dar lo mejor de mí mismo en la acción sin apegarme a ella, ni a su resultado. 

Toda acción es una semilla que se planta, y tarde o temprano da su fruto.

Qué es el Dharma

Dharma se traduce como “propósito de vida”, también como una vida en armonía con el orden establecido y ese orden es Dios. 

Una vida de dharma te hará dormir bien.

Cuando tu acción se acerca más se acerca al orden, al conjunto de valores universales, será más dhármica, cuanto más te alejas del orden de Dios será más adhármica. 

Cuando tengas dudas, simplemente pregúntate si en tu acción estás actuando como te gustaría que actuasen contigo y si sólo buscas tu beneficio o el beneficio del mayor número de seres posibles. 

Una vida de Dharma y Karma 

La visión del Dharma te lleva a actuar desde la felicidad que ya eres, a ser mejor persona cada día, poder realizar tus tareas sin juicios y sin expectativas por el resultado.

Una vida de dharma y karma te hará llevar felicidad al otro.

Aprendemos a ser agradecidos por tres razones principales: te sientes completo y dichoso ya no necesitas del mundo exterior para verte bien, para sentirte bien. Gracias. Actúas plenamente pero no te apegas ni a la acción ni al resultado, ofreces tus acciones a Dios. Gracias. Finalmente, todo lo que acontece lo recibes como un regalo pues todo proviene de Dios. Gracias.

Pase lo que pase agradece.

El Karma yoga nos purifica, aunque a veces el contacto con personas aviesas o malintencionadas o el hacer frente a situaciones desagradas se nos haga cuesta arriba, estas interacciones generan calor interno, y ese roce te pule para que luzcas como el diamante que verdaderamente eres. No olvides que estas personas o situaciones son temporales, una vez concluye el aprendizaje, pon límites, distancia o las dos cosas. 

Una vida de dharma y de Karma, nos invita a establecernos en la Unidad y después actuar, es lo que podemos llamar una vida de yoga. Desde tu verdadera naturaleza de Existencia, Consciencia y Dicha ¿Cómo vas a anhelar algo más cuando te sientes pleno? Desde esta emoción elevada puedes actuar sin apegos. 

Todo se ofrece a Dios, todo viene de Dios.

Permanece como la presencia en la que tiene lugar las acciones y sus frutos. Dios actúa a través tuya y los resultados pertenecen a Dios. En verdad es tu sentido de separación y una mente llena de miedos, recuerdos y ansiedades la que no te permiten actuar y disfrutar desde la libertad. 

“Hazme un instrumento de Tu Paz”. San Francisco de Asís.

Conclusión

La verdadera riqueza del fruto de tus acciones no vendrá dada por tu cuenta corriente sino por la grandeza de tu corazón, por la persona en la que te has transformado y las personas que has ayudado en tu camino.  

Jesús, liberado de la acción y su resultado, seguía actuando como ejemplo de vida para todos los hombres. Haz tú lo mismo actuando de tal manera que si el mundo siguiera tu ejemplo obtendría más paz, armonía, pureza, luz divina y conocimiento. 

“Sé el cambio que quieres ver en el mundo” Gandhi.

Espero te haya sido provechoso todo lo expuesto sobre una vida de Dharma y Karma ayudándote a potenciar tu bienestar personal. Si quieres seguir leyendo no te pierdas cinco cualidades de tu Verdadera identidad. 

Espero nos volvamos. 

Cuídate.

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