De la psicología humanista al Vedanta 

Introducción 

La búsqueda del significado, el crecimiento personal y la autorrealización son inquietudes humanas universales por eso hoy te propongo el paso de la psicología humanista al vedanta en tu evolución como ser humano. La psicología humanista, con figuras como Carl Rogers y Abraham Maslow, ofrece herramientas para que cada individuo florezca como el mejor «yo» posible. Sin embargo, más allá de esta búsqueda del desarrollo personal, el Vedanta , una filosofía milenaria de la India, nos plantea una pregunta aún más radical: ¿Quién eres realmente?  

El jiva se gestiona, el Ser se descubre

Mientras que la psicología humanista trabaja para gestionar al jīva, el personaje que cada uno de nosotros interpreta en el escenario de la vida, el Vedanta nos invita a descubrir el Ser (Atman), que trasciende las historias, roles y circunstancias. En este artículo exploraremos cómo estas dos perspectivas se relacionan y cómo juntas pueden guiar hacia una transformación radical de tu visión del mundo.

De la psicología humanista al vedanta

El enfoque de la psicología humanista: Gestionar al jīva

La psicología humanista se centra en el desarrollo pleno del individuo, así podemos hablar de:

El jīva como el personaje: Cada uno de nosotros desempeña un rol en la vida, moldeado por nuestras experiencias, emociones y relaciones. Este personaje tiene una inclinación natural hacia el crecimiento, la creatividad y la autorrealización.  

La autorrealización como meta: Según Maslow, alcanzar la cúspide de nuestro potencial humano es el propósito de la vida. Esto incluye vivir de manera auténtica, experimentar relaciones significativas y encontrar propósito.  

El valor de la experiencia presente: Rogers enfatizó la importancia de la aceptación incondicional, la empatía y la autenticidad para ayudar al jīva a gestionar sus desafíos y expresar su verdadero potencial.  

En este marco, la psicología humanista ofrece herramientas prácticas para que las personas vivan vidas más equilibradas y satisfactorias, pero opera dentro del ámbito de la identidad relativa del jīva.  

El Vedanta: Descubrir el Ser  

El Vedanta nos lleva más allá de la gestión del personaje para hacernos ver que no somos, en última instancia, este personaje. Así el Vedanta se centra en:

El Ser como realidad última: El Vedanta enseña que nuestra verdadera naturaleza no es el cuerpo, la mente ni la identidad que construimos, sino el Atman, el Ser universal y eterno. 

La ilusión del jīva: Según esta filosofía, identificarte con el personaje, con tus roles, miedos y deseos, es una ilusión (maya) que genera sufrimiento. Liberarse de esta identificación es el camino hacia la liberación espiritual (moksha). 

El conocimiento del Ser:  A través de la introspección, la meditación y el estudio, el Vedanta nos invita a trascender las limitaciones del ego y descubrir que somos uno con la realidad absoluta (Brahman).  

¿Cómo se complementan? 

Aunque la psicología humanista y el Vedanta tienen objetivos diferentes, ambas pueden converger en la transformación humana:  

Gestionar antes de trascender: La psicología humanista ayuda a gestionar el jīva, ofreciendo estabilidad emocional, autenticidad y sentido en la vida cotidiana. Esto prepara la mente para preguntas más profundas sobre la verdadera identidad.  

Del yo al Ser: Una vez que el jīva está relativamente equilibrado, el Vedanta puede llevarnos más allá, hacia el descubrimiento del Ser, disolviendo las limitaciones del ego. 

Cultivo de virtudes comunes: Valores como la empatía, la autenticidad y la introspección son centrales en ambos enfoques, creando un puente entre el bienestar personal y la trascendencia espiritual.

Conclusión 

La psicología humanista y el Vedanta son dos perspectivas poderosas para abordar la experiencia humana. La primera se ocupa de ayudar al jīva, el personaje que interpretamos, a gestionar la vida de manera plena y auténtica. La segunda nos recuerda que, en última instancia, no somos este personaje, sino el Ser eterno y universal que subyace a toda experiencia.  

Juntas, estas enseñanzas pueden ser profundamente transformadoras para un ser humano. Mientras la psicología humanista nos ayuda a florecer en el mundo relativo, el Vedanta nos invita a descubrir lo absoluto, llevándonos del perfeccionamiento del ego a su disolución para la realización de nuestra verdadera naturaleza de Sat, Chit, Ananda. Porque al final, el crecimiento personal es solo el preludio del despertar espiritual.

La psicología humanista prepara el terreno para que florezca el Vedanta.

Si te gustaría seguir leyendo al respecto no te pierdas el artículo sobre las cualidades de tu verdadera identidad.

¿Tiene alguna duda? Por favor, házmelo saber en los comentarios ya sabes que siempre te leo.

Espero nos volvamos a encontrar pronto.

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